Wednesday, September 06, 2006

Cuento

Cuentan que en un pueblo del norte de Galicia, vivía hace muchos años una joven doncella que cada vez que iba a por agua al río se ponía a llorar. La muchacha andaba por el camino alegre y sonriente, saludando a todo el mundo y cantando junto con el trino de los pajarillos, pero al llegar al rió, sus ojos enrojecían y entonces empezaba a llorar sin mas. Así estaba, hasta que acababa de llenar su cántaro de agua. Entonces la muchacha cogía el camino de vuelta y de vuelta estaba la sonrisa en su cara. Ni ella misma se explicaba el porque.
Un buen día de finales de agosto, pasó por allí un forastero .Muy serio, con abrigo largo hasta los pies, cosa rara para las fechas en las que estaban .Entro en la posada del pueblo y pidió un vino. Con una voz ronca pregunto al posadero, que tipo de cosas podía hacer para matar el tiempo mientras estuviera en ese pueblo a lo que el posadero contesto:
-¿Cuánto tiempo va a estar entre nosotros?
-Apenas dos días
-Entonces le recomiendo q se de una vuelta por nuestra iglesia, pequeña, humilde y preciosa, por nuestros campos verdes y por nuestro río. .. Ah ¡! Y no deje de visitar a la muchacha del río .. una gran atracción para los forasteros como usted.
-La muchacha del río ¿Qué es una estatua?
-No,no ,no, no .. ! Es un muchacha hermosa pero peculiar…
Y así fue como le contó la historia de la muchacha del río.
A la mañana siguiente, el forastero visito la iglesia y los campos tal y como le había aconsejado el forastero .Preciosos sin duda y con un olor que te impregnaba desde los pies hasta la cabeza, fresco como la mañana.
Ya entrada la tarde se acerco al río, para ver si veía a la misteriosa muchacha del río.
Cuando vio lo que sucedía, no daba crédito a sus ojos, “es cierto, no era todo una broma de pueblerinos hacia forasteros”.
Se acerco a la muchacha y muy amablemente la pregunto:
- ¿Por qué no mandas a alguien a por agua y te evitas tal sufrimiento todos los días?
- No puedo, amable caballero, mi padre esta impedido y he de ser yo quien baje a por agua.
- Entonces, ¿por qué no vas a otro río a coger agua u otro lugar?
- Llevo toda la vida cogiendo agua de este río , no veo porque
- ¿Por qué?? Porque sufres cada vez que bajas a por agua.
La muchacha se quedo un rato pensativa....y después con voz firme le contesto.
- Durante el día pase lo que me pase, desgracias o alegrías, jamás salen de mis ojos una lágrima, únicamente cuando vengo a por agua. quizás es una virtud, un día de entero de felicidad a cambio de unos minutos de sufrimiento.
- Quizás lleves razón pero no tienes por qué sufrir todos los días.
- …..¿ quién dice que no?

5 comments:

sweet and sour hot y spicy said...

cada q uien elije la manera de ser feliz, cada quien lo agradece de distintas maneras. De pronto todos deberiamos de ser un poco agradecidos, con las cosas minimas, pero se nos olvida
recordemos que No todo el tiempo nos va mal.
saludos.

Julia Moreno said...

...a mí me has regalado una sonrisa enorme hoy, así que volveré a por agua para refrescar mi memoria por estos lares...
Qué sopresa!!, ya sabía yo que tú tenías un don especial para contar las cosas...me encanta haberte reencontrado. Un beso enorme.

sweep blue said...

gracias a dios sweet& sour porque si no apañados estabamos :D
un besazo calanda y a ver si nos lo damos de verdad ;-P

El Tio Matt said...

Me ha gustado el cuento.
Es posible que me lo apunte para esta nueva temporada del curso, gracias.

sweep blue said...

bueno ya que lo vas apuntar al menos dime donde lo leeras que seguro que suena bien contado por ti ..artista :D