Thursday, March 12, 2009

Confesión

Y vuelvo al mismo bar de hace ¿cuántos años? Seis, siete quizás diez. Ya no esta aquella camarera tan mona. Recuerdo que quería ser bióloga .Me pregunto si habrá conseguido su sueño. Lo que no ha cambiado es el papel de las paredes, tan retro, tan chillón y desgastado como siempre ¿acaso lo compran ya así? .De fondo la misma música de los años 80 sonando. Diría que el tiempo se ha parado aquí si no fuera porque, al mirar a mí alrededor, ahora las caras son más jóvenes, con esas súper minifaldas y esos labios rojos.
Pido lo de siempre, un vodka con limón con unas gotitas de pulco. Aquella camarera tan mona siempre me lo ponía en un vaso ancho, ya conocía mis gustos, sin embargo esta ha cogido un tubo. Odio los tubos .Pero igualmente le pego un trago. Saboreo la acidez en mi boca mientras de fondo se oye “Jump” de Van Halen. Esto si que es vida y no lo que tenia contigo.
Apenas salíamos y cuando salíamos siempre era donde tu querías ir, con quien tu querías ir .A sitios llenos de gente desconocida con una música estridente .Tu empezabas a bailar como una loca mientras yo tenia que aguantar a algún pesado de turno de tus amigos .Luego, cuando llegábamos a casa, tu borracha como siempre, pretendías hacer el amor conmigo .Yo solo pensaba en dormir y olvidar la mala noche. Y así un fin de semana tras otro. El tiempo que estábamos en casa teníamos que estar limpiando o juntos viendo alguna película de lloros como tu las llamas. Si alguna vez se me ocurría irme al ordenador o a algún lado solo, empezabas con tu retahíla de “ya no me quieres”. Si salía con mis amigos, entonces era casi peor, cuando llegaba a casa tus morros asomaban desde el pasillo. Aun no me explico como pude estar tanto tiempo contigo .Al principio, tiene explicación, no te conocía y estabas como un tren .Pero después de un par de años a parte de que tu tren se fue, ya te resabia. Si, esto es mucha mejor vida. Yo solo con un camino por delante.
Ahora vivo en una casa de 40 metros cuadrados, no me hace falta ni cuatro habitaciones, ni un porche ni un jardín ni un garaje como querías tú. Si abres mi nevera, solo encontraras un par de cervezas y algo de comida precocinada. Como ves tampoco me hace falta yogures de cereales semi ni barritas energéticas, ni nada por el estilo. La ropa se la llevo a mi madre y cuando me la devuelve esta lavada y planchadita, y tu que creías que eso no existía .Viene una señora dos veces por semana para limpiar la casa y cambiarme las sabanas, es cara si pero merece la pena. Ya se que tu en esto estabas de acuerdo pero siempre decíamos que era mejor ahorrar para irnos después de viaje, y yo me pregunto ¿cuántos viajes hicimos? Dos a Toledo, a casa de tu hermana, y un par de veces a Asturias.
No quiero buscar culpables, no creo que sirva de nada pero no me fui me echaste tú.
Tu con tus manías y tus desvaríos .Es verdad que tienes cosas buenas, pero son tan pocas que no compensa. Decididamente estoy mejor así.
Miro de reojo una jovenzuela con una minifalda vaquera que deja ver un par de piernas espectaculares. Va con otra chica mas regordeta, poco agraciada que se dice .Ambas se acercan a la barra riéndose. Piden dos Brugal con limón y me miran de reojo. Oigo decirle una a la otra “será guarro el viejo.” Y es que, inconscientemente mi mano se ha colado por debajo del pantalón, no me di cuenta que no estaba en casa tirado en el sofá viendo unas de esas pelis inocentes.
Es verdad, soy un guarro y un viejo ¿a quién quiero engañar? Y no, no estoy tan bien como intento convencer. La verdad es que estoy fatal. ¿Qué hago aquí? He venido porque quería salir de casa, esa casa que me estaba matando ¡Porque cada rincón de esa puñetera casa me recordaba a ti! Pensaba: si estuviera aquí la ropa estaría recogida; si estuviera aquí podría comerme una manzana; si estuviera aquí encontraría las playeras rojas; si estuviera aquí podría lavarme el pelo con champú y no con fairy. Y es que te echo de menos. Echo de menos sentarme a tu lado en el sofá a ver una peli de lloros como tu dices y tener tu cabeza en mi regazo; echo de menos tu olor a alcohol los sábados por la noche y tus intentos de hacer el amor; echo de menos verte en la cocina preparando una cena rica, rica. Por echar de menos hasta echo de menos incluso tus gritos.
Y es que te deje escapar. Si fui yo. No es hora de buscar culpables pero en el fondo creo que fui yo .Fui yo el que no se porque pensé que me agobiabas y no era así. Simplemente tenías ganas de vivir y no estar discutiendo a todas horas por cualquier cosa. Yo siempre he sido muy mió y me gusta estar solo de vez en cuando pero no podía aislarme tanto. Eso nunca lo entendí. Y eso que tú no hacías más que recordármelo. Una y otra vez. A veces intentamos buscar la felicidad en las nubes y no nos damos cuenta que esta ahí, encima de la mesa.
¿Qué coño hago aquí? rodeado de niñatos que no van conmigo .Ya no.
Ya solo combinas tu.