Thursday, August 21, 2008

El bosque

El suave baile de las hojas de la retama
me cuentan,
pequeños relatos de conejos y ratones.

El balanceo de las hojas de los olmos
me dicen,
cotilleos de milanos y azulones.

Las grandes copas de los álamos
me gritan:
“Date la vuelta, retrocede, no sigas adelante”

Yo sigo avanzando con paso firme y seguro.
A veces me paro a observar el paisaje
y por el rabillo del ojo echo un vistazo atrás
y contemplo... y escucho,
los pequeños relatos, los cotilleos... y los gritos.

Al final del camino me topo con un gran chopo.
Me paro y contemplo, con los ojos bien abiertos, su grandeza.
Con movimientos suaves me dispongo a sentarme a descansar.
Las copas de los arboles me gritan desesperadamente:
“No, no hagas eso. Vete, retrocede”

Siempre me ha gustado llevar la contraria,
y aunque es verdad que estos grandes árboles
me asustan y me intimidan,
segura de mí, me siento…
y descanso.

6 comments:

Victor Manuel Jiménez Andrada said...

Sé lo que es la voz del bosque. Conozco árboles que cuentan historias susurradas al viento. He surcado un río y me he dejado abrazar por hojas perdidas y sabias. Sé bien el valor de tus versos y los hago míos.

Hache said...

¿Para cuándo una sesión de fotos en un bosque de otoño? Ah, ya lo sé, para este otoño.

Anonymous said...

Las historias que cuenta el bosque son imperdibles y vale la pena llevar la contraria cuando obtines un merecido descanso sombreado!!

Tesa said...

A ver... ¿dónde quedaron los bosques con gnomos bajo las setas y casitas de chocolate? ¿de dónde salen esos árboles tan "marimandones" de los que hablas? :)
Me encanta ese paso firme y seguro del que hablas, el entorno es lo de menos.

Eva said...

Vaya, vaya con la Super-ratona...

Besitos.

Tesa said...

Nena... ¿todavía estamos así?
:)