El suave baile de las hojas de la retama
me cuentan,
pequeños relatos de conejos y ratones.
El balanceo de las hojas de los olmos
me dicen,
cotilleos de milanos y azulones.
Las grandes copas de los álamos
me gritan:
“Date la vuelta, retrocede, no sigas adelante”
Yo sigo avanzando con paso firme y seguro.
A veces me paro a observar el paisaje
y por el rabillo del ojo echo un vistazo atrás
y contemplo... y escucho,
los pequeños relatos, los cotilleos... y los gritos.
Al final del camino me topo con un gran chopo.
Me paro y contemplo, con los ojos bien abiertos, su grandeza.
Con movimientos suaves me dispongo a sentarme a descansar.
Las copas de los arboles me gritan desesperadamente:
“No, no hagas eso. Vete, retrocede”
Siempre me ha gustado llevar la contraria,
y aunque es verdad que estos grandes árboles
me asustan y me intimidan,
segura de mí, me siento…
y descanso.
Thursday, August 21, 2008
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6 comments:
Sé lo que es la voz del bosque. Conozco árboles que cuentan historias susurradas al viento. He surcado un río y me he dejado abrazar por hojas perdidas y sabias. Sé bien el valor de tus versos y los hago míos.
¿Para cuándo una sesión de fotos en un bosque de otoño? Ah, ya lo sé, para este otoño.
Las historias que cuenta el bosque son imperdibles y vale la pena llevar la contraria cuando obtines un merecido descanso sombreado!!
A ver... ¿dónde quedaron los bosques con gnomos bajo las setas y casitas de chocolate? ¿de dónde salen esos árboles tan "marimandones" de los que hablas? :)
Me encanta ese paso firme y seguro del que hablas, el entorno es lo de menos.
Vaya, vaya con la Super-ratona...
Besitos.
Nena... ¿todavía estamos así?
:)
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